Ondas de choque
Uno de los tratamientos más innovadores que hay en el mercado y con el que tenemos la suerte de trabajar. Se utilizan tanto en medicina regeneradora como en rehabilitación musculo-esquelética y por supuesto, también en estética, tratándose de uno de las técnicas más efectivas para reducir la celulitis y eliminar la grasa localizada.
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Ondas de choque en estética
Este tratamiento es perfecto para combatir la celulitis y la flacidez corporal. Pero, ¿en qué consisten exactamente? Son ondas acústicas que emiten una gran cantidad de energía a una zona concreta del cuerpo. Dicha energía se lanza gracias a un aplicador que se coloca en la zona a tratar y que consigue focalizar mejor el flujo energético, lo que permite usarla de forma detallada y concisa en una parte del cuerpo en concreto.
Estas ondas de choque se emplean con diferentes objetivos: aumentar la circulación de la sangre con el fin de disminuir la celulitis y mejorar la formación de colágeno y mejorar su estructura, algo que resultará ideal para mejorar la apariencia de la piel y su tersura, luchando así contra la flacidez del cuerpo.
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Ondas de choque contra la celulitis
Las vibraciones generadas por las ondas acústicas ayudan a reducir los adiposcitos y también a tonificar la zona tratada. Además, ayudan a aumentar el flujo sanguíneo; estimula el metabolismo y, por lo tanto, acelera el proceso de eliminación de residuos; y, reactiva la producción de colágeno.
Las ondas de choque es, sin duda, uno de los tratamientos más efectivos para terminar con la tan temida celulitis, ya que provoca la rotura de los tabiques fibróticos de la celulitis, la neovascularización del capilar arterio-venoso y, además, estimula la regeneración del colágeno con las ondas vibracionales.
Ondas de choque contra la grasa localizada
Y es que, las ondas de choque no son solo efectivas para la reducción de la celulitis, también lo son para eliminar la grasa localizada en ciertas partes del cuerpo como abdomen o cartucheras.
Las ondas de choque consiguen aumentar la permeabilidad de las células grasas haciendo que la grasa acumulada se libere, reduciendo volumen y mejorando la circulación sanguínea. Además, con las ondas se movilizan los tejidos y se activa el drenaje linfático, eliminando los deshechos. Es un tratamiento perfecto para eliminar la grasa acumulada de aquellas zonas que, de manera habitual, no conseguimos quitarnos.