Yoga y pilates, similitudes y diferencias de estas disciplinas
Yoga y pilates parecen ir siempre de la mano cuando oímos hablar de alguno de ellos. Sin embargo, estas dos disciplinas presentan una gran cantidad de diferencias, a pesar de su evidente similitud. ¿Quieres decantarte por una de ellas y no sabes cuál se adapta mejor a ti? ¡Acompáñanos!
El Yoga nació hace más de 3500 años en la India, siendo mencionado por primera vez en los Vedas, los libros sagrados del hinduismo. Por su parte, el pilates es una disciplina mucho más reciente, pues su origen se remonta a la década de 1920, cuando su creador, Joseph Pilates, creó una técnica efectiva en su lucha contra el raquitismo y asma que sufría desde pequeño.
Ya en sus orígenes tanto yoga como pilates dejaban entrever sus objetivos, muy distintos el uno del otro. Es ahí donde reside la mayor de sus diferencias. El yoga, perceptible por su nacimiento en la cultura hindú, cuenta con un componente espiritual muy fuerte, que es clave en su finalidad. Esta disciplina es muy efectiva para combatir la depresión o ansiedad, gracias a esa conexión cuerpo – mente que busca unida a su espiritualidad. Sin embargo, el pilates lo es para aquellas personas que buscan tonificar, perder grasa o recuperarse físicamente.
¿Qué es mejor para el cuerpo pilates o yoga?
Además, otra de las notables diferencias entre ambas disciplinas es el propio ejercicio en cada caso. El yoga utiliza por lo general el propio peso corporal, aunque hay quien utiliza material específico, mientras que el pilates utiliza máquinas y equipamiento más variado, como el Reformer, Cadillac o Silla Wunda diseñados para guiar tus movimientos con seguridad.
Por último, el yoga nació como un método de meditación por lo que utiliza movimientos más lentos y posturas fijas. Mientras, el pilates surgió como método de rehabilitación, por lo que su actividad es puramente física – es por ello que es más efectivo para tratar la acumulación de grasa y la tonificación -.
¿Cuál es la diferencia entre el pilates y el yoga?
Pero no todo son diferencias. Tal y como parece desde fuera, pilates y yoga comparten también muchos factores esenciales en la naturaleza de cada uno. Ambos trabajan la movilidad articular, aumentando la fuerza, la flexibilidad y el tono muscular. De esta forma, quienes apuestan por ellos ganarán no solo en calidad de vida si no que realizarán una inversión a largo plazo en su salud. Además, también ayudan a mejorar nuestra postura corporal para todo el día.
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